“El Perú ofrece un buen ejemplo de cómo un deudor en problemas puede darle un giro a su situación, en momentos en que Grecia y sus acreedores enfrentan la posibilidad de una dolorosa reestructuración de su deuda” señala Robert Kozak, jefe de la corresponsalía de Lima de Dow Jones Newswires, en The Wall Street Journal.
Para Kozak, la recuperación de la economía peruana comenzó a principios de los noventa, cuando el Perú logró un pacto con el FMI, como parte de un esfuerzo por poner bajo control la situación fiscal del país. “Nadie puede acusar al Perú de haber tenido una tarea sencilla, con su gigantesca economía informal y una cultura de evasión de impuestos. (…) El Perú tomó algunas decisiones difíciles, tales como reformar el plan de pensiones del gobierno para poner límites estrictos sobre quién podría obtener beneficios”, añade.
“Al evitar tomar demasiado dinero prestado, la relación entre la deuda y el PBI peruano cayó pronunciadamente, a medida que los ingresos por impuestos crecieron a la par de un auge económico impulsado por los recursos. Eso ayudó al Perú a recibir una calificación de grado de inversión de las tres principales agencias calificadoras. Se habla de que su calificación pronto podría volver a mejorar. Mientras tanto, Standard & Poor's rebajó esta semana la calificación de deuda de Grecia a "chatarra" y bajó las calificaciones de Portugal y España. (…) Tomó dos décadas y mucho trabajo llegar a este punto. Los países derrochadores podrían seguir el ejemplo de disciplina del Perú”, finaliza el analista.
Para Kozak, la recuperación de la economía peruana comenzó a principios de los noventa, cuando el Perú logró un pacto con el FMI, como parte de un esfuerzo por poner bajo control la situación fiscal del país. “Nadie puede acusar al Perú de haber tenido una tarea sencilla, con su gigantesca economía informal y una cultura de evasión de impuestos. (…) El Perú tomó algunas decisiones difíciles, tales como reformar el plan de pensiones del gobierno para poner límites estrictos sobre quién podría obtener beneficios”, añade.
“Al evitar tomar demasiado dinero prestado, la relación entre la deuda y el PBI peruano cayó pronunciadamente, a medida que los ingresos por impuestos crecieron a la par de un auge económico impulsado por los recursos. Eso ayudó al Perú a recibir una calificación de grado de inversión de las tres principales agencias calificadoras. Se habla de que su calificación pronto podría volver a mejorar. Mientras tanto, Standard & Poor's rebajó esta semana la calificación de deuda de Grecia a "chatarra" y bajó las calificaciones de Portugal y España. (…) Tomó dos décadas y mucho trabajo llegar a este punto. Los países derrochadores podrían seguir el ejemplo de disciplina del Perú”, finaliza el analista.
Fuente: Semana Económica